La Real Filharmonía de Galicia realizará esta semana una gira con un programa dedicado a Haydn

La RFG visitará Vigo, Lugo y Ferrol y será dirigida por su concertino, James Dahlgren 

Los músicos acompañarán al prestigioso violonchelista portugués Paulo Gaio Lima

La Real Filharmonía de Galicia ofrece tres conciertos esta semana. El primero tendrá lugar el miércoles, día 7 de marzo, en Vigo, donde actuará en el Teatro Afundación, a las 20:30 horas, en el marco de la temporada de música clásica de la Sociedad Filarmónica de Vigo y Afundación. El jueves la orquesta tocará en el Círculo de las Artes de Lugo, a las 20:00 horas. Y el viernes la cita será en el Auditorio Municipal de Ferrol, a las 20:30 horas.

La batuta de los tres conciertos la llevará James Dahlgren, violinista principal de la RFG desde 2005. Es además Concertino Honorario y violín primero de la Orquestra Sinfónica do Porto, y profesor de la Sun Valley Summer Symphony (Estados Unidos). Estudió en el Conservatorio de San Francisco y, después de trabajar durante cinco años con la Orquesta de la Ópera de San Francisco, aceptó el puesto de concertino en la Orquestra Metropolitana de Lisboa y más tarde el de concertino asociado en la Orquesta Ciudad de Granada. Tras llegar a Europa, trabajó también como concertino invitado de la Filarmónica de Londres, Filarmónica de Liverpool, Orquesta del Ulster y de la Sinfónica de Nueva Zelanda, entre otras. Es profesor en la Escuela de Altos Estudios Musicales, en Santiago, y mantiene una agenda muy activa como solista y en formaciones de música de cámara.

Paulo Gaio Lima al violonchelo

La orquesta acompañará en estos conciertos al violonchelista portugués Paulo Gaio Lima. Natural de Porto, está considerado como uno de los intérpretes portugueses más reconocidos internacionalmente. Estudió en el Conservatorio de Música de su ciudad natal y posteriormente en el Conservatorio Superior de París, donde vivió durante siete años. Se presenta con regularidad en festivales de música en Portugal y en el resto de Europa; y toca asiduamente con orquestas de Europa, América y Asia.

Colabora con diversos grupos de música contemporánea. Entre 1992 y 2000 fue violonchelista principal de la Orquestra Metropolitana de Lisboa. Entre otras agrupaciones, forma parte del Quarteto Verdi de París. Su actividad pedagógica se divide entre la Academia Nacional Superior de Orquestra de Lisboa y la Escola Superior de Música de Lisboa; al tiempo que imparte clases magistrales en Portugal, España, Francia, Brasil, Austria y Estados Unidos. 

Homenaje a Franz Joseph Haydn

El programa se centrará en la figura del compositor Franz Joseph Haydn (1732-1809). Los conciertos comenzarán con la Sinfonía nº 25. A continuación sonará el Concierto para violonchelo nº 1, que será interpretado por Paulo Gaio Lima. Su partitura se creía perdida, hasta que en 1961 apareció en el Museo Nacional de Praga, entre diversos documentos pertenecientes al Castillo Radenin, y en ella se le exige un gran virtuosismo al solista. El público tendrá además la oportunidad de disfrutar con la obra Divertimento en Sol “Cassatio” de Haydn.

“Los adioses”

Los conciertos concluirán con la Sinfonía nº 25, conocida como “Los adioses”, que Haydn compuso mientras era director de orquesta de la corte de la familia Esterházy, una de las más acaudaladas de Europa. Al príncipe Nikolaus le gustaba pasar largas temporadas en Eszterháza, donde la familia tenía un palacete. A pesar de ser un lugar enorme, todas las personas al servicio del príncipe (músicos incluidos) debían ir sin compañía alguna.

A esta sinfonía se la conoce como “la sinfonía de Los adioses” porque buena parte de la servidumbre y de los músicos estaban hartos de pasar tanto tiempo en el retiro involuntario y le pidieron ayuda a Haydn para que intercediera por ellos ante el príncipe. La respuesta del músico fue componer una sinfonía que a su vez sirviera de mensaje y mostrara la inconformidad de todos. En esta obra, en vez del acostumbrado final súbito de las sinfonías anteriores, la música continúa en un adagio o movimiento lento hasta desaparecer poco a poco a modo de despedida. En la interpretación original, los músicos apagaron uno a uno las respectivas velas de sus atriles en el último movimiento de la obra, se levantaron y se fueron.