El IES Rosalía de Castro de Santiago representó a España en el Parlamento de Estrasburgo. Tuvo una actuación sobresaliente en los debates en pleno y comisión que celebraron quinientos alumnos de veinte países durante la jornada del 7 de abril

El Parlamento europeo acogió una nueva edición del programa Euroscola el 7 de abril, una intensa jornada de reflexión y debate de quinientos bachilleres de veinte países y en la que el IES Rosalía de Castro de Santiago representaba a España. En la tanda de presentaciones de centros en el propio hemiciclo, Natalia Garrido y Paulo Mouriño explicaron que su instituto, en el que estudian más de mil alumnos, está en el corazón de Compostela, al lado de la catedral que recibe a miles de peregrinos cada año, cuyo Camino contribuyó a forjar la identidad europea. También aludieron a su histórica universidad e invitaron a todos a visitar una ciudad “pequeña, acogedora y antigua”.

El diputado belga del grupo socialdemócrata Marc Tarabella dirigió la sesión matinal respondiendo a las preguntas que los chavales iban planteando a mano alzada, hasta que el tiempo no dio para más. Tarabella se mostró muy preocupado por los extremismos de derecha e izquierda, la xenofobia y, particularmente, por el resultado de las inminentes elecciones presidenciales en Francia. Añadió que Europa ha vivido una etapa de “prosperidad” como nunca en su historia, por lo que el proyecto “debe continuar: Queremos una Europa de ciudadanos y deseamos a esta generación próspera una Unión próspera y carente de conflictos”. Se mostró confiado en que la juventud de hoy, de la que destacó su formación, logre una Europa “más solidaria”. Partidario de la armonización fiscal y social, insistió en que las corporaciones multinacionales tienen que contribuir más y ayudar a los Estados. En referencia a los refugiados, el eurodiputado señaló que el problema no puede recaer en Bruselas, “sino en el conjunto de los gobiernos nacionales, que deben acordar conjuntamente la solidaridad europea”.

Convenientemente mezclados por nacionalidades y tras la pausa para comer, se constituyeron seis comisiones de trabajo: medio ambiente y energías renovables, seguridad y derechos humanos, ayuda al desarrollo, el futuro de Europa, migración e integración, y empleo juvenil. Irene Fraga y Ouyang Zhu fueron elegidas sendas portavoces de la primera y última comisión, cuyas propuestas fueron las más respaldadas en las correspondientes votaciones, tal cual un parlamento. Irene argumentó sobre la renovación y unificación de la legislación europea, para evitar diferencias entre países, así como la necesidad de establecer un mecanismo en que los productores de renovables envíen la energía a una única central europea, que a su vez se encargaría de redistribuirla. Por su parte, Ouyang insistió en la necesidad urgente de tomar medidas para corregir el exceso de paro juvenil.

En la sesión plenaria también preguntó desde la bancada Antía Vilas, que usó el español: “¿Somos suficientemente maduros con 13 años para escoger nuestro futuro?” A lo que le respondieron desde la Mesa que a esa edad ya se es “consciente”, matizando que hay personas que lo saben muy pronto y otras que no lo saben nunca. La única propuesta que no se aprobó fue la relativa al futuro de Europa. Se emitieron 460 votos: 156 en contra, 137 a favor y 167 en blanco. Por algo será.

El profesor Xabier Mouriño resaltó que esta participación y resultados “revelan o traballo e esforzo dos rapaces”, además de reconocer que son “brillantes”. Más expresiva se mostraba la profesora Dolores García: “Son todos unos chavales increíbles, se portan fenomenal y lo han hecho estupendamente. Es una experiencia que no olvidarán”.

Libertad, baloncesto y brexit

El grupo que representaba a Chipre dijo en su presentación que había sido un país libre, pero que ahora estaban invadidos por Turquía. Lituania señaló que, a pesar de ser un país con muchas iglesias, tienen una religión que se llama baloncesto. Y el Reino Unido, que cerró este turno de intervenciones, habló en francés y no aludió a su salida de la Unión Europea, el llamado brexit.

En el hemiciclo los organizadores plantearon una encuesta rápida a los estudiantes sobre cuestiones generales. A tenor de las votaciones, los resultados mostraron que la existencia de la UE es claramente buena, pero su relevancia en el mundo es más relativa. Por otro lado, se manifestaron abiertamente en contra de que se instaure una sola lengua. Hasta ahí podíamos llegar.

La marathoniana jornada, de 8 a 18 horas pero con el oportuno descanso para la comida, se completó con sendos juegos de preguntas sobre cultura e historia europea para chicos y profesores. Aquí volvió a brillar el centro compostelano tras la nueva mezcla de nacionalidades formando grupos de cuatro. El alumno Antón Casaleiro y el docente Mouriño integraban los grupos ganadores. Todo un pleno en esta quinta vez consecutiva que el IES Rosalía de Castro logra su participación en Estrasburgo, situando a España en un lugar de privilegio en el concierto europeo.