Antonio Fontenla recoge la acreditación que certifica a la CEC como organización “socialmente responsable” adherida al protocolo para la prevención de la violencia de género en los lugares de trabajo

La entidad se compromete con el principio de “tolerancia cero” con la violencia contra las mujeres 

El acto, organizado por la Asociación Española de Audiotores Socio-Laborales, se celebró hoy en la Cidade da Cultura 

El presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC), Antonio Fontenla, ha recogido hoy la acreditación que avala a la CEC como organización socialmente responsable adherida al “Protocolo para la detección y tratamiento en la empresa de situaciones de violencia de género producidas dentro y fuera de los lugares de trabajo”.

El acto, que se celebró en el auditorio de la Cidade da Cultura de Santiago, fue inaugurado por la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, y el presidente de la Asociación Española de Auditores Socio Laborales, Juan Pañella, que hicieron entrega de las acreditaciones. Al evento, asistieron también el  secretario de Estado para la Igualdad, Mario Garcés; el vicepresidente de la Xunta de Galicia y presidente del Observatorio Galego da Violencia de Xénero, Alfonso Rueda; y la delegada Territorial de la Asociación Española de Auditores Socio-Laborales, María Ángeles García.

Con la adhesión al protocolo, elaborado por la Asociación Española de Auditores Socio-Laborales en colaboración con destacados operadores jurídicos en el ámbito del derecho laboral y el Consello Galego de Relacións Laborais, la CEC se compromete a prevenir la violencia de género en el seno de la entidad y en su entorno social, prestando información y apoyo a las trabajadoras víctimas de violencia de género, conforme al Convenio de Estambul del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia sobre las mujeres, la Ley orgánica de 2007 para la igualdad efectiva de hombres y mujeres –como acción de responsabilidad social de las empresas en materia de igualdad–, la Ley orgánica de 2004 de medidas de protección integral contra la violencia de género y la Ley gallega de 2007 para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género.

La patronal coruñesa tiene como objetivo mantener “tolerancia cero” con la violencia contra las mujeres, promoviendo y protegiendo el derecho de todos los trabajadores y trabajadoras, en particular de las mujeres, a vivir a salvo de la violencia, tanto en el ámbito laboral como en el privado. Además, intentará sensibilizar a sus trabajadores y trabajadoras para que adopten una actitud “proactiva” que ayude a romper con la cultura tradicional de tolerancia y negación que perpetúa la desigualdad de género y la violencia que la causa. Informará y formará también a los trabajadores y trabajadoras de los derechos laborales que amparan a las trabajadoras que sufran violencia de género para que puedan conciliar la relación laboral con sus circunstancias personales o familiares. Otro de los objetivos de la CEC será prevenir la violencia y proteger a las víctimas e informar de las acciones judiciales que se pueden ejecutar contra los agresores.