Los podólogos gallegos aconsejan a los cofrades preparar sus pies para el esfuerzo de Semana Santa

Borja Pérez, presidente:

“Permanecer demasiado tiempo de pie, caminar durante horas a paso muy lento, cargar con un peso, utilizar un calzado inadecuado o pisar los restos de cera de las procesiones pueden provocar ampollas, dolores o uñas negras que se podrían evitar”

Miles de personas participarán, como cofrades o fieles, en los desfiles procesionales de Semana Santa que se celebrarán esta semana en toda Galicia, aunque de forma destacada en localidades como Ferrol o Viveiro, declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional, o en otros puntos como Finisterre, Cangas do Morrazo o Paradela en Meis.

El Colexio de Podólogos de Galicia explica que los pies constituyen una de las partes del cuerpo que más sufre durante la participación en las procesiones, porque se someten a esfuerzos poco habituales, como soportar la carga de los pasos, largas caminatas u horas de espera sin asiento. Es importante mantener prácticas saludables antes, durante y después de las procesiones, así como visitar la consulta de un profesional de la podología ante cualquier duda para prevenir dolencias y lesiones. “Permanecer demasiado tiempo de pie, caminar durante horas a paso muy lento, cargar con un peso, utilizar un calzado inadecuado o pisar los restos de cera de las procesiones pueden provocar ampollas, dolores o uñas negras que se podrían evitar”–explica el presidente del Colexio, Borja Pérez Serrano–.

Además, el Colexio recomienda comprar el calzado por la tarde, cuando los pies están más hinchados, y usarlo unos días antes para no estrenarlo en el momento de las procesiones. “El calzado es preferible que sea de suela flexible, gruesa y antideslizante, sujeto al empeine, con contrafuerte y puntera ancha. Hay que lavar los pies sin baños prolongados y secarlos muy bien, cortar las uñas rectas y mantener la piel hidratada” –apunta el presidente–.

A la hora de formar parte de las procesiones, el Colexio aconseja no salir descalzo por la cantidad de riesgos de heridas e infecciones a las que se exponen los pies. En caso de desatender este consejo, señala que hay dos hábitos fundamentales, hidratar los pies bien con una crema con un porcentaje alto de un compuesto químico llamado urea, y lavarlos con esmero al llegar a casa.

Tanto en los casos de formar parte de la procesión como de asistir como público, los podólogos destacan que otras prácticas recomendables en los casos de paradas prolongadas son cambiar alternativamente la pierna de apoyo, realizar movimientos giratorios con cada pie y ponerse a veces de puntillas para reactivar la circulación.

Además, los podólogos recuerdan que los pies pueden recuperarse en una sola noche, pero subrayan que es muy importante observarlos minuciosamente, al igual que el calzado para comprobar posibles alteraciones al llegar a casa tras las procesiones. Baños de contraste con agua fría y caliente, colocar los pies en alto y masajear desde los dedos hacia el talón son algunas prácticas recomendables para aliviar los pies hinchados. En el caso de ampollas, Borja Pérez destaca la importancia de no abrirlas, limpiar con antiséptico, cubrir con gasa y consultar al podólogo.