El olor de pies afecta a un 20% de la población, patología causada por exceso de sudoración, infección por hongos, trastornos metabólicos o el uso de calzado elaborado con materiales sintéticos

El Colexio de Podólogos de Galicia recomienda a los afectados acudir a un podólogo para realizar un examen exhaustivo y conseguir el tratamiento más adecuado

Borja Pérez, presidente: 

“Los zapatos y calcetines resultan el entorno perfecto para que el sudor y las bacterias puedan mezclarse, por lo que es fundamental mantener una higiene adecuada” 

El olor de los pies puede ser muy desagradable y embarazo y está causado por la mezcla del sudor con bacterias de la piel. El Colexio de Podólogos de Galicia señala que la mayoría de las personas tienen más de 250.000 glándulas sudoríparas en los pies que producen un litro de humedad cada día, y otras tienen más que el promedio y sudan en exceso, un porcentaje solo durante los meses más calurosos del año y otro durante todo el año.

Los podólogos gallegos explican que el sudor por sí mismo no tiene olor, pero cuando entra en contacto con las bacterias surge el mal olor. Destacan que la mayor parte de la humedad producida a diario en los pies se evapora antes de que tenga la oportunidad de atraer a las bacterias, pero cuando se usan calcetines y zapatos que no permiten la evaporación, la humedad queda atrapada y las bacterias comienzan a crecer, adheriéndo inicialmente a los zapatos y calcetines para después pegarse ala piel causando el mal olor de pies. “Los zapatos y calcetines resultan el entorno perfecto para que el sudor y las bacterias puedan mezclarse, por lo que es fundamental mantener una higiene adecuada” –indica el presidente del Colexio, Borja Pérez–.

El presidente explica que el mal olor de los pies, conocido como podobromhidrosis, es un problema que afecta al 20% de la población. La causa más frecuente es la proliferación de bacterias debido a un exceso de sudoración, aunque también puede venir motivado por una infección por hongos, sufrir trastornos metabólicos, utilizar un calzado elaborado con materiales sintéticos o ingerir determinados medicamentos, entre otros.

El Colexio gallego apunta que esta afección no se soluciona con el uso de desodorantes y antitranspirantes, por lo que la entidad recomienda a los afectados acudir al podólogo para que, después de un examen exhaustivo, determine la causa que genera la patología e indique el mejor tratamiento para cada caso. Los podólogos explican que los tratamientos para solucionar el mal olor de los pies pueden ir, en función del origen, desde la administración de antibióticos o antifúngicos, la aplicación de tratamientos secantes en polvo o aerosol, la eliminación de la dieta de algunos alimentos o dejar de fumar, hasta, en casos de sudoración extrema, tratamientos físicos como la iontoforesis (introducción de iones de sustancias activas) o la cirugía. 

Indicaciones generales de los podólogos para exterminar el mal olor

Para combatir el mal olor de pies, los podólogos recomiendan mantener una higiene óptima, lavarlos diariamente con agua tibia y jabón neutro, e incluso utilizar un cepillo de cerdas muy suaves para eliminar posibles rastros de sudor en los pliegues de la piel y en los bordes de las uñas, secar muy bien los pies, sobre todo entre los dedos que es donde se deposita el sudor, o usar de ayuda un secador de cabello para eliminar toda la humedad.

Además, los podólogos aconsejan cambiar los calcetines todos los días y con mayor frecuencia si los pies sudan mucho como, por ejemplo, si se practica deporte, y usarlos de lana o algodón que repelan la humedad y evitar los de nylon o las medias. Indican también que es necesario dejar que los zapatos se aireen después de utilizarlos para evitar el crecimiento de bacterias, no usar calzado demasiado apretado o fabricado con materiales sintéticos y sí optar por el cuero o la malla que permiten la transpiración. En el caso de usar plantillas, los podólogos aconsejan lavarlas periódicamente y cambiarlas, como mínimo, una vez al mes. Finalmente proponen el uso de aerosoles desinfectantes en el interior de los zapatos.