Carmen V. Valiña, autora:
“Estas periodistas demuestran que el binomio guerra-mujer, que durante tantos siglos se consideró inviable por una supuesta actitud de sobreprotección hacia el sexo femenino, es perfectamente factible”
La presentación de “El mundo árabo-islámico como ellas nos lo contaron” será el próximo jueves-23, a las 20:00 horas en el hotel Eurostars Araguaney de Santiago
La Fundación Araguaney-Puente de Culturas (calle Alfredo Brañas, 5. Santiago) acogerá el próximo jueves, día 23, la presentación del libro “El mundo árabo-islámico como ellas nos lo contaron” (Clave Intelectual, 2017) de la periodista y doctora en Historia Contemporánea especializada en género Carmen V. Valiña. La escritora y periodista marinense Lara Dopazo Ruibal y el presidente de la Fundación Araguaney-Puente de Culturas, Ghaleb Jaber Martínez, presentarán el acto que se celebrará a las 20:00 horas en el salón Camelia del hotel Eurostars Araguaney.
El libro de Carmen V. Valiña (Baio, A Coruña, 1985) se centra en analizar el trabajo de las periodistas y enviadas especiales a Oriente Medio y el Norte de África de TVE durante la época de la democracia, reuniendo sus testimonios mediante entrevistas personalizadas en las que recorren conflictos tan variados como la Revolución Islámica, la invasión soviética de Afganistán, la invasión estadounidense de Iraq o la reciente Primavera Árabe. Estos conflictos dibujan un fresco que permite recorrer algunos de los acontecimientos que han marcado la actualidad del mundo árabo-islámico durante las últimas cuatro décadas. “Durante siglos, hombres viajeros, diplomáticos y políticos dibujaron el inmenso territorio que va desde Marruecos a Afganistán como un Oriente a la vez exótico y amenazante, plagado de fanatismo y en el que la parte femenina de la sociedad raramente aparecía sino era bajo velos y sumisión. El libro es todo lo contrario, un relato de mujeres periodistas sobre mujeres árabes y musulmanas que estudian, trabajan, luchan, y en definitiva, que existen” –relata la escritora–.
Aunque el número de enviadas especiales a estas regiones aumenta considerablemente a partir de los años 90, Carmen V. Valiña indica que, con anterioridad a esa época, destacan grandes nombres del periodismo español, como Rosa María Calaf o Carmen Sarmiento, auténticas pioneras y puente entre el franquismo y la democracia, que abrieron el camino a muchas otras, como Ángela Rodicio, la periodista por excelencia en las coberturas sobre Iraq de los 90. Ya en los últimos años, a partir del 2000, Valiña subraya la aparición con fuerza de nuevas voces, como la gallega Érika Reija, que cubrió la Primavera Árabe, Almudena Ariza, y de forma muy curiosa, Letizia Ortiz, que antes de ser Reina trabajó como enviada especial en Iraq durante la invasión estadounidense del país.
La peligrosidad, elemento inherente al trabajo
Carmen V. Valiña apunta que, como la mayoría de los conflictos que han cubierto las periodistas son guerras, la peligrosidad es inherente a su trabajo. En concreto, señala cómo a menudo informan muy cerca del foco de la batalla y experimentan directamente los bombardeos, como le sucedió a Ángela Rodicio en Bagdad. También explica que hay casos en los que tienen que parar sus vehículos y dejar de grabar porque se encuentran de frente con combatientes que las obligan a ello, o cómo en la reciente Primavera Árabe, varias periodistas denunciaron que les habían robado su documentación de prensa y que se habían sentido intimidadas por las muchedumbres entre las que informaban. “Estas periodistas son enormemente valientes y demuestran que el binomio guerra-mujer, que durante tantos siglos se consideró inviable por una supuesta actitud de sobreprotección hacia el sexo femenino, es perfectamente factible” –sentencia–.
Gracias a su pasión por los temas de género, de donde surgió la escuela online de feminismos alternativos Periféricas, el libro, además de dar a conocer un poco más cómo se informa sobre Oriente Medio y el Norte de África en España, pretende romper tópicos sobre esa parte del mundo y acercarlo a la sociedad desde una postura mucho más conciliadora. “Cuando me acerqué por primera vez al mundo árabo-islámico visitando Marruecos y Turquía se me cayeron muchos tópicos que los propios medios habían creado en mí en torno a esa parte del mundo, y más todavía cuando conocí a mujeres que provenían de ese contexto y que desde luego nada tenían de sumisas” –expresa–.