Tienen la patente para Europa, Estados Unidos y Japón, donde uno de los mayores productores de lentes de contacto ya ha mostrado su interés por el producto
La Fundación Botín apoya el proyecto a través de su programa de impulso al emprendimiento en biotecnología, con asesoramiento y una financiación de 500.000 euros
HGBeyond es una empresa surgida de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Diseña y desarrolla nuevos materiales para la fabricación de lentes de contacto de alto valor añadido, que sirvan como correctores de la visión más confortables y, al mismo tiempo, como plataformas para ceder fármacos a la superficie ocular y poder tratar con mayor efectividad las enfermedades del ojo.
La firma nace en 2015, fruto de casi dos décadas de investigación del Grupo I+D Farma de la Universidad de Santiago, en una línea de trabajo liderada por los doctores Carmen Álvarez Lorenzo y Ángel Concheiro Nine, promotores y socios de la empresa. Trabajaban en el desarrollo de hidrogeles con propiedades especiales y consiguieron desarrollar un nuevo material adecuado para la fabricación de lentes de contacto blandas, al que se pueden incorporar fármacos u otras sustancias activas para cederlos a la superficie ocular de forma sostenida en el tiempo.
Los nuevos materiales desarrollados por la compañía están constituidos por componentes comunes a otras lentes de contacto, pero incluyen como elemento diferencial ciclodextrinas, que pueden alojar en su interior sustancias en cantidades terapéuticas.
Estos materiales permiten diseñar lentes de contacto con capacidad para ceder de forma controlada fármacos y otras sustancias beneficiosas para el ojo. “La utilización de las lentillas no sólo como correctores de la visión sino también como vendajes oculares terapéuticos puede contribuir a mejorar la calidad de vida de personas que sufren trastornos oculares como el síndrome de ojo seco, glaucoma, keratopatía diabética o ciertas infecciones” -destaca Carmen Álvarez-.
El proceso de incorporación de las ciclodextrinas es novedoso y está especialmente diseñado para obtener lentes de contacto medicadas. Los nuevos materiales ya se han testado en el laboratorio y se ha comprobado su capacidad para cargar fármacos como diclofenaco (antiinflamatorios) o miconazol (antifúngico) y cederlos en el fluido lacrimal artificial de modo controlado durante varios días. Además, se ha verificado que los nuevos materiales pueden ser procesados a escala industrial.
“Los tratamientos tópicos oculares, como los colirios, tienen la limitación de que los sistemas de defensa hacen que se eliminen pronto de la superficie del ojo, de modo que sólo penetra una pequeña porción de la dosis del fármaco que se administra; el resto se pierde con la lágrima y no cumple su función. Esto hace que las gotas se tengan que aplicar varias veces al día” -explica Ángel Concheiro-.
Lentillas más confortables para los usuarios
Además, las lentillas desarrolladas por la empresa resultan más confortables que las tradicionales gracias a que pueden incorporar demulcentes. “Al cederse la sustancia activa al ojo en el transcurso del tiempo, se supera la sensación de incomodidad que se manifiesta, sobre todo, en usuarios mayores de 40 años, que con los primeros síntomas de ojo seco empiezan a abandonar el uso de las lentes de contacto” -indican los investigadores-. Según los datos aportados por la empresa, 125 millones de personas usan lentes de contacto, mayoritariamente en Estados Unidos, Europa y Japón.
Tecnología patentada
Los nuevos materiales, las lentes de contacto y los procedimientos desarrollados por el equipo están protegidos mediante patentes en España, Europa, Estados Unidos y Japón. La empresa ya ha establecido conversaciones con firmas nacionales y extranjeras del sector, fundamentalmente de Japón, donde ha despertado la atención de uno de los mayores productores de lentes de contacto en el país nipón, la multinacional Seed, con ventas anuales por valor de 188 millones de dólares en todo el mundo.
El apoyo de la Fundación Botín
El Área de Valorización, Transferencia y Emprendimiento de la Universidad de Santiago ha acompañado a los investigadores en el esfuerzo por valorizar y transferir la tecnología al sector empresarial, que culminó con la incorporación del proyecto al programa Mind the Gap de la Fundación Botín, tras un proceso de selección competitivo y muy exigente. Mind the Gap proporciona a los proyectos empresariales biotecnológicos de origen académico en su fase más temprana los recursos necesarios en forma de capital y asesoramiento. En el caso de HGBeyond se ha comprometido una inversión de 500.000 €.
La presidenta de la firma es Paloma Cabello, referente internacional en inversión en innovación y asesora del Foro Empresarial del Instituto Tecnológico de Massachusetts. El Project Manager es Manuel Figueroa Álvarez y la responsable de I+D es Soledad Anguiano Igea, ambos con una amplia trayectoria en el sector industrial.