El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia organiza un curso sobre Baja Visión, una discapacidad visual que “merma el desempeño de las tareas del día a día”

Adrián Pérez, óptico-optometrista docente de la formación:

“Con la rehabilitación visual lo que se pretende es que el paciente recupere su independencia y aprenda a potenciar al máximo su resto visual” 

Se celebrará en Santiago durante el fin de semana y contará con la asistencia de veintisiete profesionales y estudiantes

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebra este fin de semana un curso sobre “Iniciación en Baja Visión”, que se impartirá en la sede de la entidad en Santiago (calle Salvador García Bodaño, 2, 1º C) el sábado-4 de 16:15 a 20:50 horas y el domingo-5 de 9:50 a 14:35 horas. La jornada formativa estará impartida por el óptico-optometrista Adrián Pérez que iniciará a los asistentes en el área de Baja Visión abordando desde conceptos básicos, protocolo de actuación y presentación de ayudas visuales especiales. Participarán veintisiete ópticos-optometristas colegiados y alumnos de 4º curso del Grado de Óptica y Optometría de la Universidade de Santiago de Compostela.

Adrián Pérez explica que la Baja Visión es una disminución de la capacidad visual del paciente provocada por una patología. Señala que esta discapacidad no puede ser corregida ni con gafas convencionales, ni con lentes de contacto, ni tratamiento médico, y merma el desempeño de las tareas del día a día de los que la sufren.

Para que el paciente pueda sobrellevar su discapacidad visual, Adrián Pérez indica que existen ayudas especiales para estos casos, como microscopios, telescopios, lupas o filtros, todas ellas, junto con la rehabilitación visual y enseñanza de las habilidades de la vida diaria, pretenden potenciar al máximo la capacidad visual del paciente para que pueda recuperar su autonomía en la mayor medida posible.

En el caso de la rehabilitación visual, el óptico-optometrista destaca que se realiza de forma “personal e individualizada”, dependiendo del paciente. “Con la rehabilitación visual lo que se pretende es que el paciente recupere su independencia y aprenda a potenciar al máximo su resto visual. Poniendo un ejemplo, si tenemos un paciente con DMAE, patología que afecta al centro de nuestra visión, interfiriendo en la visión en detalle, sea lectura, reconocer caras o ver la televisión, podemos instruir al paciente para que desarrolle una nueva forma de ver utilizando una zona de retina que esté sana” –explica–.