El Colexio de Podólogos de Galicia considera que los niños pueden empezar a hacer running a partir de los cinco años

Deben usar zapatillas específicas para cada deporte, que respeten el equilibrio entre estabilidad y protección y no respondan solo a criterios estéticos

Borja Pérez, presidente: “Es preciso revisar a menudo que el tallaje no se haya quedado pequeño, porque cada tres meses el pie crece unos siete milímetros”

Aunque todavía queda mucho invierno por delante, el Colexio de Podólogos de Galicia lanza una serie de recomendaciones para la práctica del running, un hábito el de correr que las personas suelen practicar más asiduamente con la llegada de la primavera y el buen tiempo. Y en concreto, muchos padres aficionados al running preguntan en las clínicas podológicas a qué edad pueden sus hijos empezar a participar en carreras populares y a correr a un nivel alto.

Según criterios lógicos, el Colexio señala que un niño, aunque quiera competir en algún deporte, es solo un niño y debe jugar, así que será importante enfocar “la práctica del deporte como un juego” y, sin darse cuenta, pasarán un buen rato corriendo, trabajando sus piernas, su sistema cardiovascular, y también el respiratorio, sin estar sujetos a reglas técnicas.

Otro de los aspectos importantes que se deben tener en cuenta es que hasta los nueve años un niño no tiene totalmente formada la biomecánica de su marcha para correr y andar. Es por ello que los podólogos indican que un entrenamiento excesivo podría causar deformidades en los pies y afectar al niño en su crecimiento biomecánico y a su forma de andar como adulto.

Sin embargo, la actividad física moderada es beneficiosa para el crecimiento de niños y jóvenes, sobre todo si comprende varias disciplinas. En ningún caso se aconseja que los niños empiecen a correr con menos de 5 años, edad en la que los pequeños pueden iniciarse en el multideporte. “Hasta entonces el niño no tiene la madurez necesaria para adoptar la postura requerida a la hora de practicar running y le podría acarrear lesiones” –apunta el presidente del Colexio, Borja Pérez–.

En la práctica de atletismo, los especialistas no recomienda que los niños de entre 6 y 9 años realicen carrera continua superior a dos kilómetros, y a partir de ahí, se podrá ir aumentando muy paulatinamente hasta llegar a los 8 kilómetros cuando alcancen los 16 años.

Zapatilla resistente, con buena sujeción y flexible

Si en los adultos la elección de las zapatillas es importante, en los niños se podría decir que es un factor de vital importancia. Los pies de los niños sufren cambios rápidos, tanto en el número del calzado como en la forma del pie. Los podólogos destacan que es importante utilizar una zapatilla resistente, con buena sujeción y flexible, y que no se deberían aprovechar para varias temporadas, ya que se desgastarán y habrá que cambiarlas igualmente. “Es preciso revisar a menudo que el tallaje no se haya quedado pequeño, porque cada tres meses el pie crece entre 7 y 8 milímetros. Se debe controlar el tamaño de las zapatilas ya que los niños no suelen darse cuenta de que el zapato les aprieta porque sus dedos son muy elásticos y pueden comprimirse sin provocar dolor” –señala el presidente–.

Además, hoy en día las personas se dejan embaucar por la estética de las zapatillas, con diseños y colores sorprendentes, y terminan comprando el calzado que a primera vista parece más bonito. El Colexio de Podólogos de Galicia considera fundamental que si el niño practica más de un deporte necesitará unas zapatillas distintas para cada uno de ellos, con las características técnicas necesarias para cada caso.

El nivel de entrenamiento y el tipo de pisada definen la zapatilla ideal y el objetivo es conseguir el equilibrio entre estabilidad y protección. “Si observamos un desgaste anormal del calzado, el niño camina o corre raro o se queja de dolor y se lesiona con frecuencia, debemos acudir al podólogo para que evalúe la biomecánica de su pie” –explican los podólogos–.