La CEC acogió hoy un taller de prevención de riesgos laborales para dar a conocer las pautas más eficaces a seguir en un puesto de trabajo

El coach, Daniel Álvarez, hace reflexionar al trabajador sobre aquellos aspectos que echaría en falta si perdiese su empleo actual y le anima a despertar su motivación

La Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC) celebró hoy un taller en el que se abordaron las claves más útiles para desempeñar de manera eficaz una profesión. Esta acción formativa, enmarcada en el Plan de Prevención de Riesgos Laborales de la entidad coruñesa, fue impartida por el economista, coach y fundador del Instituto Ben Pensante, Daniel Álvarez. Tuvo lugar en la sede de la propia CEC desde las 10:00 hasta las 14:00 horas.

La intención del taller, según el ponente, fue explicar a los asistentes los resultados que se obtienen practicando el coaching, la técnica con la que se entrena a una persona o colectivo con el fin de ayudarle a alcanzar una meta que le permita desarrollar determinadas habilidades. Pero en la sesión, el profesional fue más allá, pues abordó este método aplicándolo al mundo empresarial, analizando las consecuencias que ocasiona la práctica de esta filosofía. Álvarez pretende convencer de que los efectos que provoca el coaching “son muy concretos y ayudan a realizar de la mejor manera posible cualquier trabajo permitiendo al individuo rendir al máximo y ser más bueno en sus tareas”. 

Para él, son cinco las claves más eficaces para conseguir este objetivo y éstas pasan por conocer nuestro puesto de trabajo y saber valorarlo, pensar bien, tener hábitos de pensamiento saludables, practicar la motivación y ejercer una comunicación auténtica. En torno a estos cinco parámetros, Daniel Álvarez extrae que sufrimos cuando nuestro trabajo no tiene significado para nosotros, cree que hay formas de pensar “sistemáticamente bien”, es partidario de hacer escapar los pensamientos nocivos, considera que debemos conocer muy bien nuestra motivación y mejorar la comunicación para saber comprender y ser comprendido por los demás. 

Además, propone hacer reflexionar al trabajador sobre aquellos aspectos que echaría en falta si perdiese su empleo actual. Para ello, su recomendación fundamental sería el darse cuenta del valor del propio trabajo. Esta actitud la califica de “transformadora y capaz de contagiar a todas las demás”, facilitando que adoptemos “una postura optimista para convertirnos en personas productivas, útiles y necesarias”.

Aunque la sesión estuvo dirigida a trabajadores de pequeñas empresas, Daniel Álvarez defiende que estas claves son aplicables a cualquier organización, independientemente de su tamaño o sector al que pertenezca.