Las escolanías del santuario de la Virgen de Lluc y la catedral de Santiago iniciaron un intercambio que ha traído este fin de semana a medio centenar de niños mallorquines, alojándose buena parte de ellos con las familias compostelanas. Tras actuar el viernes en el monasterio de Oseira, el sábado ofrecieron un concierto  en la catedral, que abrieron con el “Cant de la Sibil-la”, patrimonio inmaterial de la humanidad, brillando como solista desde el púlpito derecho María Rosselló.

Previamente, los anfitriones interpretaron tres piezas acompañados por el organista Adrián Regueiro,  empezando por un canto de peregrinos de 1616. El prior de Lluc envió sendos regalos para el deán del Cabildo y el presidente de la Fundación Catedral, Segundo Pérez y Daniel Lorenzo, que recibieron en el presbiterio al finalizar la actuación. La misa central del domingo también contó  con la participación del coro balear, que dirige Ricard Terradas, acompañado por el organista Rafael Riera. Fueron días de música, convivencia y nuevas amistades que agradaron a todos. A mediados de septiembre la escolanía de la Catedral, que dirige José Luis Vázquez, devolverá la visita a Mallorca. Y habrá que dejar alto el pabellón.